Historia de dos parejas

Pedro Héctor Rodríguez

 

Era tal su atracción, que creían amarse

Fuertes imanes eran, llamados a pegarse

Para sellar su amor, decidieron casarse

 

Aquellos dos imanes en uno se fundieron

En un abrazo ardiente, sin reservas se dieron, 

y amarse eternamente, sin dudar, prometieron

 

Quemante fue la hoguera, chispeante de pasión

La mirada y el beso cargados de emoción

Dos imanes unidos por potente atracción

 

Con el correr del tiempo, declinó la atracción

La mirada y el beso perdieron emoción, 

e imperceptiblemente, creció la incomprensión

 

¿Y de que otra manera habría podido ser?

De Marte viene el hombre, de Venus la mujer

Así se los describe, por diferentes ser

 

No pudiendo encontrar ni atracción ni emoción, 

y bebiendo vinagre de amarga incomprensión, 

con divorcio sellaron su cruel desilusión

 

____ *  ____  *  ____  *   ____

 

Era tal su atracción que creían amarse

Fuertes imanes eran llamados a pegarse

Para sellar su amor, decidieron casarse

 

Aquellos dos imanes en uno se fundieron

En un abrazo ardiente, sin reservas se dieron, 

y amarse eternamente, sin dudar, prometieron

 

Quemante fue la hoguera, chispeante de pasión

La mirada y el beso cargados de emoción

Dos imanes unidos por potente atracción

 

Con el correr del tiempo, declinó la atracción

La mirada y el beso perdieron emoción;

mas, ¡a Dios sea la gloria!, creció la comprensión 

 

¿Y de qué otra manera habría podido ser?

Aunque son diferentes el hombre y la mujer; 

en las manos de Dios, uno llegan a ser

 

Dos parejas juraron amarse eternamente

En ambas la atracción, imperceptiblemente, 

perdió su magnetismo, inevitablemente 

 

De Venus las mujeres, los dos hombres de Marte

Una de las parejas, no por ciencia ni arte, 

triunfó porque escogió a Dios como baluarte

 

La presencia de Dios hizo la diferencia 

entre triunfo y fracaso; y aunque hay arte y hay ciencia, 

sólo pueden ser útiles cuando está su presencia

 

Venusianas, marcianos, si quieren que la historia 

de su amor en la Tierra culmine con victoria, 

den la mano al Señor, y sólo a él la gloria 

 

 

 Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com. También forma parte de mi libro "Amor de esposos"

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