Solución al odio

Pedro Héctor Rodríguez

 

La ofensa fue dura; le causó dolor

Plantó una semilla de odio y rencor

 

La mala semilla, pujante, creció

en el corazón que no perdonó

 

Después de algún tiempo, el pobre ofendido

quiso echar su odio en hueco de olvido

 

En la dura ofensa ya no más pensó

Aparentemente al odio venció

 

Mas quedó su campo seco cual desierto

Sólo indiferencia en su pecho yerto

 

No. La indiferencia no es la solución

Su sequía deja muerto el corazón

 

Siempre que te ofendan, a Jesús recuerda

Así evitarás que el odio te muerda

 

Como te hizo Cristo, tú perdonarás

De Cristo el perdón, a otros pasarás

 

No quedarás seco, tú, pobre ofendido

No tendrá tu campo un hueco de olvido

 

Darás muchas flores a quien te ha ofendido

Con flores de amor, tu campo es florido

 

No. La indiferencia no es la solución

que destierra el odio de tu corazón

 

El amor de Cristo otorga perdón

Perdón con amor es la solución

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

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