Héroes y mártires de la fe

Pedro Héctor Rodríguez

 

Pienso en héroes de la fe, que permanecieron fieles

ante amenazas de muerte y los castigos más crueles

 

Jeremías, torturado, continuó profetizando; 

y sin temor a la muerte, a reyes amonestando

 

Ananías, Misael y Azarías desafiaron

a Nabucodonosor, y la imagen no adoraron

 

Daniel, dispuesto a morir por leones devorado,

frente a su ventana abierta, oró ante el Señor postrado

 

La heroína de la fe, Ester, hasta el Rey entró;

y por salvar a su pueblo, su propia vida arriesgó

 

Pedro y Juan ante el concilio, proclamaron obediencia

a Dios antes que a los hombres, sin miedo a las consecuencias

 

En algunas ocasiones, Dios decidió intervenir;

y así estos héroes pudieron por más tiempo a Dios servir

 

Pero a otros les tocó ser mártires inmolados,

como fue Juan el Bautista, quien murió decapitado

 

Esteban, por predicar, fue hasta la muerte apedreado;

y Jacobo, por ser fiel; a espada fue ejecutado

 

Aunque Pablo, muchas veces, de la muerte fue librado,

siendo ya un frágil anciano; también fue decapitado

 

A Pedro, por predicar, obedeciendo a Jesús;

también, siendo ya un anciano, lo mataron en la cruz

 

Las turbas del Coliseo vieron la fe y el valor

de los que, ni ante las fieras, negaron a su Señor

 

Durante la edad obscura, por la hoguera y por la espada;

de mártires de la fe fueron las vidas cortadas

 

Ser fieles hasta la muerte estos mártires pudieron,

porque su fe en el Señor cultivaron y ejercieron

 

Las profecías enseñan que pronto un decreto habrá

que a los que guarden el Sábado, a muerte condenará

 

Las multitudes infieles a la bestia seguirán;

mas los héroes de la fe a Cristo obedecerán

 

Al contemplar esa fe, siento mi pecho latir;

y digo, Señor estoy por ti dispuesto a morir

 

Mas hoy, quizás ni la hoguera ni la espada he de enfrentar

¿Será que esta inspiración hoy voy a desperdiciar?

 

No, porque precisamente hoy necesito morir

Hoy debo tomar mi cruz, y hasta el Calvario subir

 

Hoy mi ser pecaminoso debe ser crucificado

para tener vida nueva en que no reine el pecado

 

Y así al morir cada día, soy un mártir de la fe;

y cuando Jesús regrese, la inmortalidad tendré

 

Este poema forma parte de mis libros "No desmayes, peregrino" y "Ven a buscarnos, Señor" y , los cuales pueden ser adquiridos en amazon.com  

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