Dos corazones traspasados
Pedro Héctor Rodríguez
En un campo de batalla se enfrentan
dos fuerzas de países enemigos
De repente, frente a frente se encuentran
dos hombres que solían ser amigos
Danza siniestra bailan las espadas,
cual caníbales listos a comer
la carne de las presas capturadas,
y de su sangre sedientos beber
A una estocada sigue otra estocada
A un grito airado, otro grito airado
Una espada es más fuerte que otra espada
Un soldado derriba a otro soldado
En la tierra la sangre es derramada
de un corazón que ha sido traspasado
Poco después termina la batalla
El joven, de su amigo vencedor,
recibe como premio una medalla
en reconocimiento a su valor,
pero su corazón la paz no halla
Es su medalla un profundo dolor
Ha sido por el filo de una espada
traspasado el corazón de un soldado
Una espada, aún más afilada,
al otro corazón ha traspasado,
y en ese corazón sigue clavada
la pena del amigo al que ha matado
Muchas veces el teatro del mundo
escenas como ésta ha presentado
Historias reales de dolor profundo
dejaron corazones traspasados,
frutos del pecado, virus inmundo,
del cual estamos todos infectados
Aunque tú no hayas atravesado
de un amigo el corazón material,
es posible que hayas lastimado
de tu hermano la vida espiritual
Y son dos corazones traspasados,
porque tú sufres de tu hermano el mal
así como sufría aquel soldado
que dio a su amigo la herida mortal
Mas para tu corazón angustiado
tiene Cristo divina curación
Habla a tu hermano por ti lastimado
con palabras de reconciliación,
y los dos corazones traspasados
extenderán los brazos del perdón
para vivir en amor abrazados,
dos corazones en un corazón
Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com
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