Las herramientas y el carpintero
Pedro Héctor Rodríguez
Basado en una fábula de autor desconocido
Estaban las herramientas en una carpintería
queriendo seleccionar quién su director sería
El martillo fue propuesto, pero surgió la objeción
de que era duro y ruidoso, y no logró aprobación
El siguiente candidato fue el afilado serrucho
Dijeron: -“Es muy cortante; no nos puede ayudar mucho”
Alguien dijo que el cepillo tenía las cualidades
-“No, porque arranca la piel con sus muy malos modales”
Fue nominada la escuadra, y se llevó a votación;
pero por ser inflexible, fue imposible su elección
Entonces, -“¿la cinta métrica?” -“No nos servirá tampoco
Con pulgadas y centímetros, intentará medir todo”
El lápiz -el marcador- fue el siguiente candidato
-“El es muy controlador, pasa la vida marcando”
-“Elijamos a la brocha”, alguien dijo entusiasmado
-“Ella es muy sucia y regona, y deja todo manchado”
Así, todas las propuestas provocaron objeción,
y de ser independientes tomaron la decisión
Cada una por su lado, no pudieron lograr nada,
y dejaron el trabajo, tristes y desanimadas
Fue entonces que el carpintero entró en la carpintería,
y empleó cada herramienta con destreza y energía
Usando la cinta métrica, tomó medidas exactas,
y con el pequeño lápiz, hizo en la madera marcas
Colocó entonces la escuadra en la posición correcta,
y usando de nuevo el lápiz, trazó las líneas perfectas
Usó entonces el serrucho para cortar lo marcado,
y alisó con el cepillo las piezas que había cortado
Para unir las piezas sueltas, las clavó con el martillo
Con la brocha dio barniz, produciendo hermoso brillo
Así, quedó terminado un excelente librero,
que usando sus herramientas, pudo hacer el carpintero
Las herramientas entonces, humildes, reconocieron
que sólo podían ser útiles en manos del carpintero
Así pasa con la Iglesia; como herramientas aisladas,
cada miembro por su lado, no podemos lograr nada
Pero Jesús, con sus manos de divino carpintero,
puede usar a cada uno con habilidad y esmero
El puede hacer maravillas con los talentos variados
que él, en su sabiduría, a cada uno ha otorgado
Pongámonos, pues, unidos, en sus manos laboriosas,
y usándonos con destreza, él hará cosas grandiosas
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