Menu

Ven, amor primero

Pedro Héctor Rodríguez

Basado en el mensaje de Cristo a la Iglesia de Efeso

 

Nostalgia tengo de mi primer amor

Sentirlo una vez más quisiera;

y que riegue mi alma su rocío

¡Oh, mi primer amor, si hoy volvieras!

 

Si vinieras con tu fuego abrasador

a quemar mi tibieza y mi egoísmo,

a tenderme una cuerda salvadora

que me impida rodar hasta el abismo

 

Oh, mi primer amor, aquel que un día

rompió con su potencia mis cadenas,

y trajo una alborada de alegría,

dejando atrás la noche de mis penas

 

Por qué te has ido, mi amor primero?

Sin ti se escapa mi libertad

Ya las cadenas atarme quieren

en sus prisiones de oscuridad

 

Ya sé, te has ido mientras dormía

el sueño ingrato de mi pereza,

y en mi letargo no percibía

que te esfumabas con tu grandeza

 

Grandeza, sí, que sólo tú,

amor bendito, puedes sembrarla

en el campo estéril de mi vida,

y sin ti, no puedo cultivarla

 

¡Ah, por ventura, ya he despertado!

Mas, ¿Quién me trajo de mi sopor?...

¿Has sido tú el que me has llamado?...

Sí, tú mismo fuiste, primer amor

 

¿Es que también tú quieres volver,

sin hacer caso de mi traición?...

Ven ahora mismo, mi amor primero

Ven y haz tu nido en mi corazón

 

Ven, y amaré con tu quemante fuego;

y daré de mi vida lo mejor,

arrancando de manos esclavas

las cadenas de odio y dolor

 

Y llevando los rayos fulgentes

de tu llama, que arde en la cruz,

donde Dios humillado padece,

para darnos un mundo de luz

 

Ven ahora mismo, que sin ti muero

Llena mi vida con tu pasión

Ven ahora mismo, mi amor primero

Ven, y haz tu nido en mi corazón

 

 
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.  Recuerda, por tanto, de dónde has caído; y arrepiéntete, y haz las primeras obras.”
Apocalipsis 2: 4-5

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com 

 Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo.