Monte Carmelo
Pedro Héctor Rodríguez
Monte Carmelo, lugar donde Elías desafió
a Israel que vacilaba entre Dios y un falso dios
Los profetas de Baal invocaban a su dios,
pero Baal no existía; por tanto no respondió
Entonces oró Elías a Jehová el Dios viviente,
y el Eterno respondió enviando fuego ardiente
Aquel fuego consumió el sacrificio ofrecido,
símbolo de Jesucristo, el Salvador prometido
Y el pueblo que vacilaba, al Señor reconoció;
y postrándose, dijeron: Jehová es Dios, Jehová es Dios
Falsos profetas y dioses, el pueblo allí rechazó;
y al único Dios viviente, su corazón entregó
Y postrándose el profeta por lluvia abundante oró,
que como Espíritu Santo, del cielo se derramó
Hoy, en el tiempo del fin, muchos profesos cristianos
vacilan entre el Señor y mandamientos humanos
Por tanto el pueblo Adventista debe llenarse de celo,
como el Elías moderno, sobre este Monte Carmelo
Debes, mi querida iglesia, dar un mensaje de amor,
llamando al pueblo a adorar al único Creador
Y presentar ante todos a Cristo crucificado,
cuya sangre derramada limpia de todo pecado
Y el Señor responderá con fuego tu petición
Y su palabra dará su sello de aprobación
Entonces el Israel moderno decidirá
seguir a Jehová su Dios, y no más vacilará
Falsos profetas y dioses, abandonará la gente
Y la lluvia del Espíritu caerá abundantemente
Elías, busca al Señor, entrega tu corazón
Escudriña su Palabra, y búscalo en oración
Y sobre el monte Carmelo, proclama con gran fervor
su fe y sus mandamientos, porque ya viene el Señor
Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com
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