Humillación y exaltación
Pedro Héctor Rodríguez
Señor, aquí no puedo ver tu rostro
Por mucho que me estire no te alcanzo;
mas me postro, siguiendo tu consejo;
y en un instante. hasta el cielo avanzo
Porque no es exaltándome, Señor,
ni es escalando que puedo alcanzarte,
sino que mostrando el candor de un niño
es que consigo sin temor mirarte
Permíteme, Señor, nunca olvidar
que, dejando tu cima, te humillaste;
y a mi hondo abismo viniste a buscarme,
aunque horribles heridas te causaste
Si tú, para buscarme, te humillaste,
para encontrarte, yo me humillaré
Humillado, podré alcanzarte hoy
Y cuando regreses, contigo iré
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo