Somos peregrinos en este mundo, y transitamos por una senda estrecha, llena de espinas. Unicamente mirando a Jesús, y apoyándonos en él, llegaremos a la cima del día claro y eterno en que no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor. Los poemas contenidos en esta modesta obra tienen el propósito de mostrarte a Jesús, para que no desmayes, peregrino.
Este es el sincero deseo de el Pastor Pedro Rodriguez.