Gracias por todo
Pedro Héctor Rodríguez
Era un día señalado para expresar gratitud,
y todos, agradeciendo por la vida y la salud,
y por tantas bendiciones recibidas cada día,
depositaron ofrendas, rebosantes de alegría
Luego habló el predicador, hondamente conmovido
y dijo: - "Gloria al Señor porque sois agradecidos,
y sabéis reconocer la bondad del Creador,
quien nos ha dado la vida, y nos cuida con amor"
Pero entre tanta alegría, había un rostro angustiado,
con pesar en su mirada, mustio y apesadumbrado
Era un joven que pensaba en su vida triste y dura
No sentía gratitud, sino penas y amargura
Se puso el joven en pie y dijo al predicador:
- "Nada puedo agradecer al que dicen que es amor
Pobre soy, no tengo bienes, pues perdí los que tenía,
y mi salud quebrantada empeora cada día
"Agradecer por mi vida, tampoco justo sería
Vivo sumido en el llanto, sin conocer la alegría,
sin tener paz en mi hogar, por mis parientes odiado,
y me siento enloquecer, por las pruebas agobiado"
Aquel buen predicador miró al joven con ternura,
y le dijo con palabras llenas de amor y dulzura:
- "Es cierto, querido joven, que tus pruebas son muy recias,
pero eso te demuestra que el Señor mucho te aprecia
"Porque te ama, te prueba, para irte purificando,
y los rastros del pecado, ir de tu vida borrando
Las pruebas son como un horno para lo malo quemar,
y sólamente lo bueno en tu carácter dejar
"En el horno de las pruebas, puedes quemar tus escorias,
y hacer un carácter de oro, para alcanzar la victoria
Un carácter muy hermoso, semejante al de Jesús,
manso y humilde Cordero, quien por ti sufrió la cruz"
A medida que escuchaba, iba el joven meditando,
y una expresión de contento iba en su rostro asomando
Las penas ya le dejaban, porque ahora comprendía
que para purificarlo, Dios pruebas le permitía
Su pensamiento voló hacia aquella tarde oscura,
en que Jesús Nazareno bebió el cáliz de amargura,
y se sintió avergonzado por su vil ingratitud
Comparada con aquella, ¡Cuán pequeña era su cruz!
Por fin el joven habló y expresó su sentimiento
- "De mi actitud anterior, arrepentido me siento
Gracias a Dios porque sé que quiere purificarme,
y que me permite pruebas para lo malo arrancarme
"Por eso quiero entregar mi ofrenda de gratitud,
que sirva para extender el mensaje de la cruz
Gracias, Señor, por la vida, gracias por tu gran amor
¡Gracias, Señor por las pruebas! ¡Gracias por todo, Señor!"
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados." Romanos 8:28
Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com
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Madres imperfectas
Pedro Héctor Rodríguez
Ya mi madre no está
Hace años descansa;
mas de volver a verla
vive en mí la esperanza
Porque aunque era imperfecta
como todas las madres;
luchaba por sus hijos
con esfuerzos tenaces
Se equivocaba mucho,
como todas las madres;
mas siempre era movida
por nobles ideales
Porque quería guiarnos
por la senda correcta,
para ello era capaz
de mover cielo y tierra
Al pensar en tu madre,
no busques perfección;
sólo busca encontrar
su corazón de amor
Si aún tienes a tu madre,
imperfecta cual es;
dile ahora que la amas,
no esperes a después
Ahora es el momento,
y también es mañana
Dile todos los días
Lo mucho que la amas
Así serás de ayuda
a que tu madre viva
de la mano de Cristo
y si te toca darle
la final despedida,
mantendrás la esperanza
de abrazarla aquel d¡a
cuando Cristo regrese
por los que dio su vida
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Tu corazón y la Palabra de Dios
Pedro Héctor Rodríguez
Si pudieras penetrar
hasta el fondo de tu ser,
la oscuridad sería tanta
que nada podrías ver
Es tu corazón un hoyo,
y allí en su fondo profundo
puede esconder la basura
que ensucia y apesta al mundo
Puede esconder el orgullo,
la avaricia, la maldad,
los celos, el egoísmo
y la falta de piedad
La Palabra de Dios dice
que es perverso y engañoso
Confiar en tu corazón
es un juego peligroso
Por eso debes dejar
que la Palabra ilumine;
y usada por el Espíritu,
tu corazón examine
El Espíritu la usa
como una filosa espada
que penetra y escudriña
y no deja esconder nada
Y además de descubrir
lo sucio del corazón;
da testimonio de Cristo,
quien te da la salvación
Escudriña cada día
su Palabra -la verdad,
para que en tu corazón
germine la santidad
Y mientras a Cristo miras
y contemplas su hermosura;
el Espíritu divino
destruirá la basura
y tu corazón, ya limpio,
palpitará con anhelos
de que ya vuelva Jesús
para que te lleve al cielo
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Mi Patria añorada
Pedro Héctor Rodríguez
Nací en aquella tierra
donde el jugo de caña
hace dulce el sudor
que al campesino baña
Crecí en aquella tierra,
de mi niñez Edén,
cuidado por las palmas
como ángeles de bien
Sufrí en aquella tierra
porque perdió el dulzor
el jugo de la caña,
y se amargó el sudor
Salí de aquella tierra
porque las pobres palmas
no pueden ya cuidar
a las esclavas almas
Mantengo la esperanza
de una nueva dulzura
que quitará al sudor
su espantosa amargura
Añoro el día feliz
en que las palmas reales,
con alas extendidas,
sean cuidantes leales
Mas es la tierra aquella
mi patria temporal
Más que a ella yo añoro
a otra, la eternal
La patria que mis padres
hace siglos perdieron
Edén original
del que expulsados fueron
Porque del vil rebelde
la mentira creyeron
Desconfiaron del Rey,
y desobedecieron
Pero el Rey de esa patria
la visa me ha otorgado,
me ha vestido de gala,
y el viaje me ha pagado
Estoy listo a viajar
a mi patria añorada
porque mi Rey pagó
con sangre derramada
No sé si he de vivir
en mi isla querida
por un poco de tiempo
en mi presente vida
Pero sí sé que un día
Cristo, mi Rey, vendrá,
y a mi patria añorada
con él me llevará
Por eso siempre cargo
mi visa y mi pasaje
Por eso siempre estoy
vestido con mi traje
Y sé que ya muy pronto
haré triunfal entrada
con muchos compatriotas
en mi patria añorada
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