El tiempo ha llegado
Pedro Héctor Rodríguez
El tiempo ha llegado para cosechar
preciosas gavillas que llenas están
de granos maduros que a la patria irán
Siervos que confían en el rojo río
que nunca se agota -la sangre de Cristo-
que para ir con él están ahora listos
¿El tiempo ha llegado? ¿Hay ya siervos listos
para continuar sirviendo a su Cristo
en la patria nueva por eternos siglos?
Debe haber ya muchos, pero el Salvador
sigue visitando cada corazón,
llamando a la puerta con toque de amor
Mientras quede un alma que escuche el llamado,
Jesús amoroso sigue allí parado
frente al corazón que ahora está cerrado
¿Por qué no abres hoy, antes que encallezca
y se haga insensible tu alma aún dispuesta?
El tiempo ha llegado de abrirle la puerta
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo
Mi tesoro comparto
Pedro Héctor Rodríguez
Podríanme faltar dinero y posesiones
Podríanme fallar mi familia y amigos
Podríanme dejar la salud y el vigor
Podríanme asediar temibles enemigos
Podrían a mi barco azotar las tormentas
Podrían a mi cuerpo lastimar las espinas
Podrían nubarrones mi cielo azul tapar
Y podría la muerte llevarse a mi familia
Pero tengo un tesoro que al oro deja opaco
Es más grande que todas mis cuitas y mis lloros
Más fuerte que la muerte es el tesoro mío
Es el amor de Cristo, mi Cristo a quien adoro
Mas mi rico tesoro no es sólo para mí
El amor de Jesús les pertenece a todos,
Es tuyo, sólo tienes que abrir tu corazón
Cuando él entra ya tienes, dentro de ti el tesoro
No tienes que seguir sumido en la pobreza
Con el amor de Cristo, serás enriquecido;
y podrás compartir el tesoro precioso
Te invito a que lo aceptes con corazón rendido
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo
Darlo todo a Cristo
Pedro Héctor Rodríguez
Id por todo el mundo, y predicad a toda criatura,
que aunque parezca verde, la mies está madura
No temas a la espada, hambre o tribulación;
antes vence a todo con fe y con oración
Piensa en los que perecen sin ver al Salvador,
y tomando tu cruz cada día, proclama el mensaje de amor
Dedica tu tiempo, tu esfuerzo, tus dones, tu vida...
a Aquel que te dio sanidad por su herida
Contempla al divino Señor, clavado en una cruz,
y esparce en las tinieblas su esplendorosa luz
Proclama que se acerca la hora del juicio final
Muéstrale al mundo perdido la senda de vida eternal
Vístete de la armadura de Dios Omnipotente,
con la Biblia como espada, y avanza presto al frente
Nuestra lucha es dura, contra el diablo y su hueste;
pero a nuestro lado marcha el ejército celeste
Si solos luchamos, no podremos vencer;
pero el Espíritu Santo viene con poder
Siembra la Palabra, que esa es tu misión,
y el poder del Espíritu demanda en oración
Conságrate ahora mismo, y exclama desde hoy:
"Juntamente con Cristo, crucificado estoy"
Anuncia con tus actos, viviendo en santidad,
que este mundo perece, y Cristo viene ya
El conflicto de los siglos entre el bien y el mal
libra en esta hora su batalla final
Es terrible la lucha, cual jamás se haya visto
Decídete ahora mismo a darlo todo a Cristo
Este poema forma parte de mis libros "No desmayes, peregrino" y "Ven a buscarnos, Señor" y , los cuales pueden ser adquiridos en amazon.com
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo
Sigue tu obra, Pastor
Pedro Héctor Rodríguez
Reconocimiento a un pastor que es trasladado
Pastor, te están trasladando
a otro campo de labor
Sabemos que lo harás bien
porque eres un buen pastor
No es éste un momento triste,
sino una celebración
de lo que usándote a ti,
ha logrado aquí el Señor
Pastor, hoy vas a otro campo
que te ha asignado el Señor
Tus ovejas de esta iglesia
no te decimos adiós
Sabemos que a donde vayas,
en el corazón nos llevas;
porque en nuestros corazones,
querido pastor, tú quedas
Te marchas, pero nos dejas
tareas que continuar
seguir creciendo en Jesús,
hasta que llegue el final
Parte de ese crecimiento
es regar muchas semillas;
para que cuando él regrese,
recoja muchas gavillas
¿Te extrañaremos? Seguro
pero la separación
será temporal y corta
¡Pronto volverá el Señor!
Y en aquel día glorioso,
nos gozaremos contigo,
al contemplar cara a cara
a nuestro querido Cristo
Sigue sirviendo, fiel siervo,
a tu bendito Señor
Sigue pastoreando ovejas
Sigue tu obra, Pastor
Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo
Lorem ipsum dolor sit amet, dolore magna aliqua.
Lorem ipsum dolor sit amet, dolore magna aliqua.
Lorem ipsum dolor sit amet, dolore magna aliqua.
Lorem ipsum dolor sit amet, dolore magna aliqua.
© 2024 PastorPedroRodriguez.com