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Ama, demuestra y expresa

Pedro Héctor Rodríguez

 

Dios es amor y te ama

y además lo ha demostrado

dando a su Hijo por ti

en sacrificio abnegado


Te ama, te lo demuestra,

pero también te lo expresa

de mil maneras distintas

con emoción y belleza


Escucha la voz de Dios

en su Palabra inspirada

expresándole su amor

a su Iglesia tan amada


“Al hijo de sus entrañas

la madre olvidar podrá

y del fruto de su vientre

no se compadecerá


“Pero aunque ella olvide

yo nunca te olvidaré

Estás marcada en mis manos

y por siempre te amaré”


Así como Dios te ama

también tú debes amar

y con bondad abnegada

tu amor debes demostrar


Pero además de tener

el amor y demostrarlo,

así como hace Dios

también debes expresarlo


Las palabras cariñosas

dichas con sinceridad

son las gotas de rocío

que quitan la sequedad

 

No temas decir: “te amo”

Deja que de tu interior,

donde mora Jesucristo,

fluya espontáneo el amor


Cristo en ti es cual perfume

que despide un grato olor

Por eso, ama, demuestra,

y expresa su gran amor

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com 

 Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo.

 

 

 

 

¿Ahora o después?

Pedro Héctor Rodríguez

 

“DESPUES” es la respuesta que mucha gente da

cuando oyen el llamado que Cristo haciendo está,

y  es triste que “DESPUES” para muchos no habrá

 

“AHORA” es el único momento que tenemos

Aparte de este instante, de nada disponemos

Ni si un “DESPUES” habrá tan siquiera sabemos

 

Decir “DESPUES” a Cristo es con fuego jugar

Es poner la confianza en un juego de azar,

porque ese “DESPUES” podría no llegar

 

Lo único seguro es “AHORA”  dejar 

que entre Jesucristo, quien vida te ha de dar

“AHORA” es el momento para invitarlo a entrar

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com 

 Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo.

A todos los humanos

Pedro Héctor Rodríguez

 

En estos versos hablo a todos los humanos
Les ruego que los lean si llegan a sus manos

Dios es el Creador de todos los humanos
Todos somos sus hijos, todos somos hermanos

Podría ser que tú y yo la piel tengamos
de un color diferente, y que igual no luzcamos

Podríamos tener diferente instrucción,
y uno de los dos más alta posición

Mas porque Dios creó a todos los humanos,
tú yo somos sus hijos, tú y yo somos hermanos

Uno podría ser de virtudes dechado
Podría el otro estar por los vicios ahogado

Quizá son tus creencias opuestas a las mías,
y por esa razón, hasta odiarme podrías

Mas porque Dios creó a todos los humanos,
tú y yo somos sus hijos, tú y yo somos hermanos

Es triste que el pecado de Dios nos separó,
y en nosotros, del Padre, la imagen estropeó

Por eso es que nos cuesta mirarnos como hermanos,
mas Dios hace un llamado a todos los humanos

Un llamado a aceptar el poder redentor
que se nos da en Jesús, quien nos llena de amor

Y cuando ese poder penetra el corazón,
es posible tener fraternal relación

Porque quien mira a Cristo, resultará engendrado
del Espíritu Santo, nuevamente creado

Y en ese nacimiento de divina simiente,
somos hijos y hermanos, pero espiritualmente

Recibamos a Cristo los hermanos humanos,
y por siempre seremos en Jesucristo hermanos

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com 

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¿A quién iré, Señor?

Pedro Héctor Rodríguez

 

¿A quién iré, Señor, en busca de un amigo

que amigo siga siendo cuando mis faltas digo?

De ti, Jesús, escucho: “Pecador, ven a mí

Tengo arrepentimiento y perdón para ti”


¿A quién iré, Señor, buscando eterna vida?

¿Quién dará salvación a mi alma perdida?

Señor, tú mismo eres de la vida el autor,

y al dar tu propia vida, eres tú, mi Señor,

para quienes te aceptan, potente Salvador


¿A quién iré, Señor, en busca de poder,

si me siento tentado y a punto de caer?

A ti, Jesús, que fuiste tan tentado a pecar,

que en toda tentación me puedes ayudar


  ¿A quién iré, Señor, en busca de justicia,

cuando muchos encuentran en la maldad delicia,

y hasta en mi corazón se anida la injusticia?

Sé que por mi, Jesús, tu justicia pondrás,

y al confesarte todo, me considerarás

ser justo como tú, y en mí tú morarás,

y a mi débil carácter, justicia impartirás


¿A quién iré, Señor, en busca de consuelo

cuando clava sus garras monstruoso desconsuelo?

Señor, me das tu Espíritu, el fiel Consolador,

el cual es como aceite que alivia mi dolor


¿A quién iré, Señor, en busca de ser útil,

si triunfa mi egoísmo, y mi vida es inútil?

Tú me concedes dones para poder servir,

para ayudar a otros tu camino a seguir


¿A quién iré, Señor, en busca de un abrigo,

cuando el cruel huracán, cual feroz enemigo,

me azota con sus vientos y con su inundación,

dejando en desamparo mi débil corazón?

A ti, que reprendiste las olas y los vientos,

y pan multiplicaste, saciando a los hambrientos


¿A quién iré, Señor, en busca de limpieza,

cuando, habiendo pecado, me ensucie la impureza?

Yo sé, Señor, que tú me vas a restaurar

como a la pecadora que iban a apedrear


¿A quién iré, Señor, A ti, tan sólo a ti,

porque tú lo eres todo, todo eres para mí

Porque tú diste todo para la vida darme

A ti, Señor, iré, a ti quiero entregarme


En este mundo obscuro, quiero contigo andar,

y cuando en gloria vengas, para el bien restaurar,

por los siglos eternos, quiero contigo estar

¿Señor, a quién iré? A ti, mi Salvador

Rendido ante tus pies, hoy vengo a ti, Señor

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

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