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Cicatrices

Pedro Héctor Rodríguez

 

¿Qué son las cicatrices?…Las cicatrices son

señal de que hubo heridas, mas también curación

 

En cada cicatriz hay una triste historia

El dolor de la herida nos viene a la memoria

 

La misma cicatriz habla de sanación

La herida fue curada; hubo restauración

 

En Cristo hay cicatrices que cuentan del horror 

del justo que murió como vil pecador

 

Pero sus cicatrices también cuentan la historia 

de que su muerte horrible nos dio paso a la gloria

 

Sus cicatrices cuentan de su monstruosa herida, 

y su resurrección, que nos dio eterna vida

 

Al ver sus cicatrices, veo en ellas dolor

Al ver sus cicatrices, veo en ellas amor

 

Sus cicatrices, siempre, los salvados veremos; 

y por la eternidad, a Cristo alabaremos

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo 

 

 

 

 

Hoy brillan más estrellas

Pedro Héctor Rodríguez

 

Hoy brillan más estrellas allá en el firmamento

En esta noche obscura, son promesas de aliento

 

Han existido siempre allá en la lejanía; 

pero en las noches claras, su luz no se veía

 

Cuantas más las tinieblas, más estrellas se ven

Así pasa en la noche de la vida también

 

Cuanto más nos envuelven tinieblas de tristezas, 

más estrellas asoman, cargadas de promesas

 

Promesas que da Dios en su libro inspirado

para guiar los pies del viajero extraviado

 

Si hoy hay más tristezas, si hoy hay más querellas;

allá en el firmamento, hoy brillan más estrellas 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo  

 

Corazón, cristiano

Pedro Héctor Rodríguez


Late el corazón… En cada latido

 envía la vida en rojo fluido

Esa vida llega a cada rincón

Entonces descansa el buen corazón

 

De nuevo ya late… Envía más vida

 Hacia cada célula, hacia cada esquina 

de la humana máquina, que sigue viviendo, 

porque el corazón continúa latiendo

 

Trabaja y descansa, late y se detiene;

y vuelve a latir, porque vida tiene

Su vida comparte con el cuerpo entero

Es el corazón un buen misionero

 

Así los cristianos hemos de irrigar 

con sangre de Cristo, para vida dar 

a muchas personas en nuestro redor, 

para que reciban vida del Señor

 

Latir, descansar, volver a latir

La sangre de Cristo tiene que fluir, 

para llevar vida a cada rincón 

para dar a muchos limpieza y perdón

 

Corazón, cristiano, para continuar, 

después de latir, debes descansar

Descansar en Cristo con la comunión 

que da en su Palabra, y en dulce oración

 

Descansa un momento para recibir 

las fuerzas que Cristo te ha de impartir

Corazón, cristiano, late con amor

Propaga la sangre de Cristo el Señor 

 

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo 

 

 

Mi vida y mi memoria

Pedro Héctor Rodríguez

 

En polvo o en ceniza, un día tornaré

En la mente de algunos, un recuerdo seré

 

Mientras pasen los años, alguien de mí hablará

Cosas buenas o malas, alguien recordará

 

Sueño con que sea grata a algunos mi memoria, 

que haya quienes cuenten, de mí, bellas historias

 

Siempre la muerte intrusa continuará rondando, 

y a los que me recuerdan, se seguirá llevando

 

Un día, mi recuerdo, en nadie existirá

La arena de los años mis huellas cubrirá

 

Pero Dios la memoria guarda de mis acciones, 

de todas mis palabras y mis motivaciones

 

Dios, el perfecto juez, que ve cada rincón 

de mi aposento humano; hará mi evaluación

 

Cuando mi sol se ponga, nada ya cambiará

Mi registro, concluso, sellado quedará

 

Oh, cuánto yo quisiera que al fin de mi jornada, 

mi deuda de pecado estuviese saldada

 

Porque después del cierre, no habrá más transacciones

El auditor divino hará las revisiones

 

Por eso es que hoy acudo al banco de justicia, 

para pagar mi cuenta, repleta de injusticias

 

El Señor ha provisto un fondo ilimitado

Su perfecta justicia, Cristo ha depositado

 

Es mi arrepentimiento el cheque autorizado, 

que reduce hasta cero mi deuda de pecado

 

Gracias por la justicia, que se ha depositado, 

con la sangre preciosa del Cordero inmolado

 

Aunque aspiro a que cuenten de mí bellas historias,

 es mi mayor anhelo ir con Cristo a la gloria

 

Gracias, Dios, por saldar la deuda de mi historia

Gracias por preservar mi vida y mi memoria

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

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