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Los obstáculos

Pedro Héctor Rodríguez

 

Si muchas penas hay, y pocas alegrías,

si se alargan las noches, y se acortan los días,

si es larga la tormenta, y corta la bonanza; 

no es tiempo de desánimo, es tiempo de esperanza

No es tiempo de rendirse, es tiempo de luchar,  

porque son los obstáculos batallas que ganar

 

Si es árido el desierto, y el oasis lejano, 

si el monte es escarpado, y no aparece el llano, 

si es extensa la prueba, y decae la confianza; 

no es tiempo de desánimo, es tiempo de esperanza

No es tiempo de rendirse, es tiempo de luchar,  

porque son los obstáculos batallas que ganar

 

Si hincan las espinas, y escasas son las rosas, 

si hay muchas frases feas, y muy pocas hermosas, 

si casi nada a tiempo, y mucha la tardanza; 

no es tiempo de desánimo, es tiempo de esperanza

No es tiempo de rendirse, es tiempo de luchar,  

porque son los obstáculos batallas que ganar

 

Y es bueno que haya obstáculos, para hacernos más fuertes, 

para trabajar duro, sin soñar con la suerte, 

para perseverar en la buena labranza

Así no habrá desánimo, sino invicta esperanza

No habremos de rendirnos, habremos de luchar; 

porque son los obstáculos batallas que ganar

 

Con Dios omnipotente luchando a nuestro lado,  

los más grandes obstáculos serán sobrepasados; 

el más fiero enemigo aplastado será, 

por las armas y ejércitos que el Señor nos dará.

Luchando junto a Dios, habremos de triunfar,

porque son los obstáculos batallas que ganar

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo

 

 

 

Eran dos, ahora son uno

Pedro Héctor Rodríguez

 

Eran dos llamas pequeñas con tenue luz alumbrando

Son una llama mayor, cuyo brillo va aumentando

 

Cada uno era una rama de su árbol familiar

Hoy sus dos ramas se injertan, para otro árbol formar

 

Eran como dos arroyos que corrían lentamente

Son un río caudaloso y de rápida corriente

 

El era el lirio espigado de un cultivado jardín

En otro jardín era ella el perfumado jazmín

 

Pero se unieron sus tallos en un abrazo de amor,

para en un nuevo jardín, formar una nueva flor

 

Hace un minuto no más, en su vuelo indefinido,

eran dos, ahora son uno, para posarse en un nido

 

Son un círculo sagrado que no cruzará ninguno

Son el uno para el otro. Eran dos, ahora son uno

 

Ella es como la Iglesia, él es como el Salvador

Eran dos, ahora son uno, para vivir en amor

 

Eran dos, ahora son uno... A estos jóvenes queridos,

concédeles, Dios del Cielo, que vivan por siempre unidos

 

 

Poema compuesto para la Ceremonia Matrimonial de mi hija Diana y Daniel Perrone, el 10 de Diciembre de 1995.  Iglesia Adventista Yugoeslava de Toronto.

 

Recuerden, hijos queridos, que ya no son dos, sino uno.  Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com. También forma parte de mi libro "Amor de esposos"

Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo 

 

Sueños de esperanza

Pedro Héctor Rodríguez

 

Por cada sueño roto, llega un sueño relevo

La esperanza, en el alma, engendra un sueño nuevo

 

Oh, bendita esperanza; hay quienes te perdieron, 

y en la noche, sin sueños, muy profundo se hundieron

 

Y hay quienes sólo sueñan obscuras pesadillas

El sol de la esperanza tampoco en ellos brilla

 

Si es tal tu condición, piensa que Dios te ama, 

que sobre ti, cual lluvia, esperanza derrama

 

Y cierra tu paraguas de duda y desconfianza, 

para que así te empape la lluvia de esperanza

 

Por cada sueño roto, llega un sueño relevo

La esperanza, en el alma, engendra un sueño nuevo

 

Y a veces son mejores los sueños que relevan

Sus alas de esperanza hasta el cielo te elevan

 

En Dios, que es todo amor, afinca tu confianza

El llenará tu noche con sueños de esperanza

 

Sueños que al fin serán hermosas realidades, 

porque el Dios de esperanza los carga de verdades

 

¿No sueños? ¿Pesadillas?…Ven a Dios sin tardanza

El llenará tu noche con sueños de esperanza

 

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo 

 

Lenguajes universales

Pedro Héctor Rodríguez

 

Existen lenguajes universales

que cruzan, entre idiomas, las fronteras,

y unifican a los pobres mortales

en ideales, luchas y quimeras

 

La música es uno de esos lenguajes

que pulsa las cuerdas del corazon,

y con emociones, graba mensajes

con mucho más fuerza que la razón

 

La pintura y la escultura nos hablan

de realidad y de imaginación

Un cuadro vale más que mil palabras

Dos lenguajes universales son

 

Son también lenguajes universales,

ademanes, faciales expresiones,

símbolos y sistemas de señales,

porque enlazan mentes y corazones

 

Habrá otros lenguajes universales

Quizás uno de ellos es el dolor,

que unifica a muchos pobres mortales,

porque despierta en ellos el amor

 

Y es el amor el más universal

de todos los lenguajes disponibles

Es el amor idioma celestial

que transmite mensajes imposibles

 

El amor es puente que comunica

a gentes con idiomas diferentes

Es la lengua más elocuente y rica

Todos nos entendemos en el puente

 

Sin palabras puedes comunicarte

con todos en el lenguaje mejor,

el idioma que Dios quiere enseñarte,

el lenguaje universal del amor

 

Este poema forma parte de mi libro "No desmayes, Peregrino", el cual puede ser adquirido en amazon.com  

Puedes compartir este poema libremente en cualquier lugar. Sólo debes compartirlo tal como está escrito, incluyendo mi nombre "Pedro Héctor Rodríguez" como autor; porque asumo responsabilidad por lo que escribo